Los políticos catalanes coincidieron ayer en censurar las palabras pronunciadas el jueves por el socialista Gregorio Peces-Barba, uno de los padres de la Constitución. Peces-Barba aseguró que a España le hubiera ido mejor con Portugal que con Cataluña y añadió sobre el auge del independentismo: "No sé cuántas veces hubo que bombardear Barcelona. Creo que esta vez se resolverá sin bombardearla".
Las palabras de Peces-Barba provocaron una gran indignación. El Gobierno catalán le acusó de "imperialista" "Debemos repudiar a los padres que te quieren mal", respondió el presidente Artur Mas. Tampoco el PSC se ahorró las críticas: la candidata Carme Chacón telefoneó al socialista y lo notó "arrepentido" por sus palabras, que calificó de "barbaridad y tontería intolerable". El expresidente José Montilla le acusó de dar alas a los independentistas. La misma tesis abonó el candidato del PP, Jorge Fernández Díaz, que lamentó su visión "colonialista".
Las palabras más duras llegaron del lado independentista: Joan Tardà, diputado de ERC en el Congreso, le tildó de "enorme hijo de puta" por hablar de los bombardeos sobre Barcelona, si bien luego matizó que no pretendía ofender a la madre de Peces-Barba. Alfons López Tena, de Solidaritat, agregó: "A los catalanes nos habría ido mejor si hubiéramos quemado Madrid en 1710, cuando la conquistamos".
Peces-Barba pidió disculpas y aseguró que se equivocó al no calibrar la importancia de sus palabras.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 29 de octubre de 2011