Once de los 21 jefes de Estado invitados a la Cumbre Iberoamericana que ayer se inauguró en Asunción no acudieron a la cita. Se trata de un plantón sin precedentes a una cita que comenzó hace 20 años. Ni siquiera la intervención personal de Don Juan Carlos tratando de convencer a algunos mandatarios ha tenido éxito. Latinoamérica ha dejado de mirar a Europa. China es el nuevo objetivo.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 29 de octubre de 2011