Casi el mismo por fuera, diferente por dentro. iPhone 4S, el nuevo teléfono de Apple, ya está a la venta en España. A simple vista, se distingue de su antecesor por las antenas -ahora lleva dos- que se alternan automáticamente durante la llamada para mejorar la cobertura. En su interior, la cosa cambia: es el doble de rápido y siete veces más veloz ejecutando gráficos (se nota con los juegos) gracias a su procesador de doble núcleo A5, el mismo de la tableta iPad.
Otro punto fuerte es la cámara. Dispara dos fotos por segundo -un 30% más rápido-, y se nota. No solo aumentan los megapíxeles de 5 a 8, cuenta con una mayor apertura de diafragma (f/2.4), graba vídeo en alta definición (1080p) con estabilizador para evitar tembleques y añade una lente más (van cinco) al conjunto óptico.
Otra novedad: Siri. El asistente, sin embargo, no habla ni entiende español. Ni catalán, euskera o gallego, pero aprende para ofrecer sus servicios en 2012.
Quien tenga un iPhone 4 quizá no necesite cambiar de aparato, pero si conserva el 3GS, puede ser el momento. Antes, es necesario actualizar iTunes a la versión 10 y tener los sistemas operativos Lion (Mac) o Vista o 7 en el caso de Windows si se quiere disfrutar del servicio de almacenamiento en la nube, iCloud, sin perder ninguno de los contactos (como en mi caso).
Hay cinco modelos disponibles: El 3GS de 8 GB cuesta 349 euros; el iPhone de 8GB, 499 euros y los tres iPhones 4S, de 16, 32 y 64 GB salen por 599, 699 y 799 euros, respectivamente. Telefónica, Vodafone y Orange los ofrecen subvencionados.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 29 de octubre de 2011