A la espera de devolver la visita a Milán, el Barça no contempla más tropiezos que el empate ya concedido precisamente con los rossoneri en el Camp Nou. Así que hoy se exige la victoria en Praga para acceder a los octavos de final la Liga de Campeones y discutir después el primer puesto del grupo en San Siro. "El triunfo nos daría la opción de poder aparcar un torneo tan prestigioso hasta febrero", argumentó Guardiola. "No hay que olvidar que de por medio tenemos el Mundial de Clubes". La empresa no se presume fácil si se atiende al discurso del entrenador del Barça: "Nunca hemos ganado de forma consecutiva el tercer y el cuarto partido de clasificación y, por otra parte, el Viktoria ha sido hasta ahora el equipo que más nos ha hecho correr hacia atrás en nuestro estadio".
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El encuentro llega envuelto además de una serie de números que invitan a ganar. Guardiola celebra hoy su partido número 200 después de haber ganado 12 de 15 títulos y contado 143 victorias, 39 empates y 17 derrotas. A Valdés solo le faltan 38 minutos para superar el récord de imbatibilidad azulgrana de Reina, de 1973. Y Messi lleva cantados 199 goles, 39 en la Copa de Europa.
"Ya lo recordaremos cuando no estemos", respondió Guardiola sobre su currículo. "Me quedo con haber entrenado a unos jugadores como los que tengo y haber mejorado como técnico". Piqué corroboró a Guardiola: "Aguantar tanto tiempo y a un nivel tan alto es para sentirse orgulloso". Recién salido de una lesión, el central aplaude sin reparos a Valdés -"brutal"-; a Mascherano -"ahora es el mejor"-; a Messi -"tiene más responsabilidad; le costaron más los 100 primeros goles"- y a la defensa de tres: "Aunque hay más riesgo se tiene un mayor control y hay menos contras".
Al Viktoria, un equipo atlético y rápido, le gusta atacar, sobre todo por las bandas. "No vamos a salir al campo para pedir la camiseta de Messi", anunció Horvart, capitán de los checos. "Hará más frío que en Barcelona y seremos más peligrosos". Y remachó el entrenador, Vrba: "Mis jugadores tienen más información sobre el Barça que en la ida. Atacaremos más y mejor". Las peculiaridades del rival y la aspereza del campo -"el nuestro tampoco está en perfectas condiciones", denunció Guardiola-, podrían condicionar tanto la alineación del Barça como las molestias en el sóleo de Xavi.
Si el sábado les tocó a los extremos como Cuenca y Adriano, hoy puede ser el turno de los volantes como Iniesta y Cesc. La victoria parece obligada ante tanta efemérides y la posibilidad de descanso.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 1 de noviembre de 2011