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Gesto pedirá a López que mantenga la unidad de los partidos

Gesto por la Paz planteará el próximo jueves al lehendakari, Patxi López, la necesidad de que se mantenga la unidad y el consenso de los partidos y asociaciones vascas durante el proceso que ha de seguir al fin de la violencia de ETA. López continuará el jueves, primero con el sindicato abertzale LAB y luego con la coordinadora pacifista, la ronda que ha abierto con partidos y agentes sociales tras el comunicado de la banda terrorista en el que proclamaba el fin de la violencia.

La ronda de contactos arrancó el lunes de la pasada semana con el PNV y continuó con representantes del PP, PSE, Aralar, EB, UPyD y Bildu. López ha recibido también a sus tres antecesores -Carlos Garaikoetxea, José Antonio Ardanza y Juan José Ibarretxe- además de a representantes de la patronal Confebask y de los sindicatos ELA, CC OO y UGT.

Finalmente, la reunión con el Consejo de Víctimas se celebrará el próximo día 7. Inicialmente, estaba prevista también para el jueves, pero se ha retrasado cuatro días para no sobrecargar la agenda del lehendakari, según fuentes del Ejecutivo.

Reconocer el dolor

Los representantes de Gesto trasladarán a López que consideran una necesidad que la izquierda abertzale reconozca "como injusto" el daño causado como paso previo que podría incluso facilitar la "generosidad" de la Justicia.

Itziar Aizpuru. miembro de la comisión permanente de Gesto, explicó ayer en una entrevista en ETB que su organización prefiere el reconocimiento del daño causado como injusto, en lugar del perdón, porque, además de que resulta más público, "no requiere de una respuesta por parte de las víctimas".

Para Aizpuru, ahora hay que fijar "cuál es el mensaje de la sociedad hacia las víctimas" porque, en estos momentos, tienen que tener "unos sentimientos muy encontrados" ya que "han estado en el centro de la violencia". Para Gesto, la Justicia deberá ser generosa "si se dan los pasos en el reconocimiento del daño causado como un daño injusto, y de desapego de la violencia y no mirar al pasado como algo positivo".

A su juicio, es necesario "cerrar el capítulo de la violencia y aceptar la pluralidad de la sociedad, y los medios que hay para resolver las discrepancias". Y agregó que la política penitenciaria no tiene que ser política antiterrorista.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 1 de noviembre de 2011