La cocinera catalana Carme Ruscalleda, responsable de los restaurantes Sant Pau en Sant Pol de Mar (Barcelona) y Tokio, es la única mujer con cinco estrellas Michelin. Con su marido, el también sanpolense Toni Balam, lleva más de 20 años apostando por la cocina mediterránea con raíces y vanguardia.
Su hijo Raül igualmente anda entre fogones, en el restaurante Moments del Mandarin Oriental, de Barcelona.
Y su hija Mercé está en la sala del Sant Pau... Son una familia (y en plan familiar trabajan con el resto del equipo) que alimenta el mismo negocio, un foco gastronómico de atracción internacional en Sant Pol de Mar, un pequeño pero importante pueblo gourmet del Maresme (con poco más de 5.000 habitantes) que cuenta incluso con una escuela de hostelería. La autora de libros como Cocinar para ser feliz y Cien placeres para compartir se encuentra en estos momentos en la Universidad de Harvard, donde imparte un curso de ciencia y cocina, pero antes respondió a estas cuestiones.
Pregunta. ¿Qué problemas le preocupan más ahora?
Respuesta. La crisis de valores que sufrimos, el hambre en el Tercer Mundo, la crisis económica internacional...
P. ¿Qué cree que necesita España en estos momentos?
R. Tomar conciencia de que toda situación, por dramática que sea, tiene solución si se trabaja con el objetivo de salir de ella.
P. ¿Qué le parece el Movimiento 15-M y los indignados?
R. Es comprensible el movimiento, ojalá que sirva para tomar decisiones hacia una buena salida de tan mal momento que vivimos.
P. ¿Cree que se puede hacer política o labor social desde los fogones?
R. Más que política, desde los fogones se pueden transmitir valores de calidad, trabajo, perseverancia y labor social.
P. ¿Va a votar?
R. Seguramente sí.
P. ¿A quién?
R. Ese es un tema personal.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 2 de noviembre de 2011