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Análisis:EL ACENTO

Milagro alemán, pero de verdad

Los gestores del FMS, el banco basura del Hypo Real State, una entidad alemana tan grande en tamaño como nefasto ejemplo de gestión, han tardado en hacer público el hallazgo en sus cuentas de 55.000 millones de euros cuya existencia desconocían: se los han encontrado por sorpresa.

Para medir la importancia del hallazgo baste señalar que el acuerdo de la UE de la semana pasada para recapitalizar los grandes bancos asciende a 106.000 millones. O que la exigencia a los bancos españoles es de 26.161 millones. O decir que esa cantidad ha hecho descender dos puntos, dos, la deuda pública alemana, que con este descubrimiento baja del 83,7% al 81,1% del PIB. Como por arte de magia.

¿Es posible, tras este ridículo episodio, tomarse en serio las cuentas que hacen estos y otros banqueros, sean alemanes, holandeses, norteamericanos o chinos? ¿Y qué hacemos con todos los organismos de vigilancia económica?

Dónde miraba? ¿Qué cuentas escrutaba el Bundesbank? ¿Qué hacía mientras tanto el ministro de Hacienda, Wolfgang Schäuble, tan riguroso y exigente con las cuentas de los demás y tan laxo con el patio de su casa? Es más: ¿estas cantidades son reales o pura entelequia? ¿Son acaso números imaginarios anotados en papeles de fantasía? Porque además, este banco, el Hypo, hubo que estatalizarlo para impedir su derrumbe, tras estar sumergido hasta las cejas en activos tóxicos. Desde entonces ha recibido inyecciones financieras, avales y otras ayudas por más de 175.000 millones de euros. ¿O fueron 125.000, o 200.000, o 500.000? Quién sabe, si sus contables ignoran las cuatro reglas.

Qué tal si los españoles revelamos a esa Europa tan estricta que hemos encontrado miles de millones de euros en las cuentas del banco o caja de ahorros que se les ocurra? Una suma mal hecha, una partida duplicada... un tonto error humano, al fin.

Porque si son esos mismos los contables -tan ignorantes como despreocupados- elegidos para vigilar nuestras cuentas, podemos hacer eso y más.

Olvídense de los años cincuenta y sesenta. El milagro alemán de verdad es esto: sacar así, de la nada, 55.000 millones de euros.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 2 de noviembre de 2011