A la espera de ver con detalle la ley de Presupuestos de la Generalitat para 2012, que aún no se les ha entregado, la preocupación cundía ayer en las universidades públicas valencianas, que temen un recorte del 10% en sus fondos para el año que viene. Una rebaja que fuentes académicas consideran difícilmente asumible dado que las universidades ya llevan varios años financiando a la Generalitat. Lo hicieron con el acuerdo firmado en 2008 que aplazó hasta 2022 la devolución de la deuda cercana a 800 millones de euros del Consell. Y lo han vuelto a hacer este año, al aceptar que los pagos por dicho concepto previstos para 2011 y 2012 fuesen, a su vez, aplazados.
El malestar de los rectores, que podría traducirse en una declaración conjunta de rechazo, es fuerte, además, porque no lo esperaban (los mensajes del Consell habían sido muy distintos) y porque de confirmarse el tijeretazo a lo largo de la tramitación de la ley, el Plan Plurianual de Financiación cerrado con la Generalitat tras años de negociaciones sería papel mojado.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 3 de noviembre de 2011