La Xunta "no está siendo salpicada" por el caso Escribano, sentenció ayer Feijóo sobre el episodio que ha costado la dimisión del ex diputado del PP y expresidente de Nuevas Generaciones en A Coruña Javier Escribano que, según los agentes de la Brigada de Delitos Económicos del Cuerpo Nacional de Policía, recibió un Porsche Boxter de la firma Manmer, SL a cambio de las gestiones que se comprometió a hacer ante la Xunta para favorecerla. Feijóo sostiene que "todos los intentos que hubo en este asunto de traspasar las puertas de la Xunta fueron rechazados y la empresa, sancionada y multada".
La empresa pública Augas de Galicia sancionó en septiembre de 2010 a la empresa de Duarte con una multa de 901, 52 euros por un vertido a un río de Cabanas. Por lo demás, las Consellerías de Industria y Medio Ambiente tienen sin resolver desde hace unos años sendas denuncias de la Asociación Gallega de Áridos, que acusaba a Manmer de utilizar zahorra con residuos potencialmente contaminantes. Tras insistir en que el imputado se dio de bruces con el rigor de la Xunta, Feijóo advirtió: "Me gustaría que ocurriera así en todas las Administraciones", sin aclarar tampoco a cuáles se refería. Con Escribano fuera de escena -dimitió en cuanto el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia inició los trámites en el Parlamento para imputarlo por cohecho y tráfico de influencias-, Feijóo volvió a destacar ayer que el caso ni siquiera salpicará a la Consellería de Industria, donde, según las escuchas policiales, el entonces diputado del PP estaba haciendo gestiones. "Está acreditado que todas las propuestas fueron rechazadas e incluso sancionadas", afirmó el presidente. "Aunque lo intentó por distintas vías, la empresa solo obtuvo sanciones", reiteró.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 4 de noviembre de 2011