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Reportaje:Bolsa

Las Bolsas, rehenes de Atenas

El Ibex 35 pierde un 6,8% en la semana lastrado por el caos político griego

Yorgos Papandreu, primer ministro de Grecia, ha jugado con fuego esta semana. Y lo más triste del juego es que ha estado a punto de quemar con él a todo el área euro. Tras la cumbre europea de la semana pasada que aprobó una quita del 50% para la deuda de Atenas, Papandreu se descolgaba el lunes con el anuncio de una consulta al pueblo griego para conocer su apoyo al plan de rescate. Un pequeño matiz -el referéndum- que no había comunicado a sus colegas en Bruselas días antes. Al final, la consulta no se va a celebrar (aunque esta crisis, y más el caso griego, ha enseñado que nunca se puede descartar nada por completo).

El balance del órdago de Papandreu ha sido pésimo para los mercados, principalmente para los activos de riesgo. Tampoco ha ayudado a los mercados la levedad de la reunión del G-20 en Cannes (Francia). En este contexto, el Ibex 35 ha perdido un 6,8% en la semana. El selectivo ha dicho adiós a los 9.000 enteros, cerrando el viernes en 8.590 puntos. Los bancos han vuelto a ser el blanco favorito de las ventas, aunque esta vez los inversores han castigado a todas las compañías. De hecho, ningún valor del Ibex cerró la semana con ganancias.

En el ámbito de la deuda soberana, el nuevo capítulo en la crisis política y económica de la zona euro ha vuelto a castigar a los países periféricos. El diferencial entre el bono español y el alemán, que comenzó la semana en 330 puntos básicos, se situó el viernes en 375 puntos, tras alcanzar un máximo de 384 puntos. El mercado sigue presionado a la deuda española, pero el foco de preocupación está ahora en Roma. Los inversores creen que en esta partida de dominó imaginaria la próxima ficha en caer tras Grecia, Irlanda y Portugal podría ser Italia. La prima de riesgo italiana está en 454 puntos básicos. Tal es el nivel de desconfianza hacia Italia que el Gobierno de Silvio Berlusconi ha accedido a que una misión del FMI y de la UE supervise la aplicación de las medidas de austeridad.

Otro italiano, Mario Draghi, se ha estrenado al frente del Banco Central Europeo (BCE) con una bajada de los tipos de interés. En concreto, el precio del dinero se ha situado en el 1,25% desde el 1,5%. La decisión de Draghi no era esperada por el mercado y supone una clara declaración de intenciones para distanciarse de su antecesor Jean-Claude Trichet, muy volcado en controlar los precios.

El euro no ha podido soportar los diferentes focos de presión, perdiendo el nivel de 1,415 frente al dólar y cerrando la semana en 1,377 dólares.

La semana que viene el mercado seguirá con atención varias referencias macroeconómicas como la encuesta de confianza del consumidor en EE UU, las ventas minoristas en la zona euro, la producción industrial alemana y el PIB del tercer trimestre en España. También habrá avalancha de resultados empresariales como los de Telefónica, Santander o Repsol, entre otros.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 6 de noviembre de 2011