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KODAK

Triste panorama

La larga historia de problemas de Eastman Kodak llega a su fin. Las ventas del icono fotográfico han disminuido cada año desde 2005. Este trimestre no fue mejor, se redujeron un 17% y Kodak acumuló unas pérdidas de explotación de 222 millones de dólares. Para seguir adelante, puede que necesite vender una parte de la plata familiar. Pero desprenderse de ella no ha resuelto sus problemas en el pasado y, en cualquier caso, puede ser más difícil de lo que parece. El negocio de carretes fotográficos que genera mucha caja para Kodak ha ido muriendo. La empresa cree que su entrada en el negocio de las impresoras y de las cámaras digitales hará disminuir sus pérdidas a partir de 2012 y que la venta de parte de la deuda garantizada o de la propiedad intelectual podría posiblemente ayudar a salvar la situación. Una esperanza de hace tiempo.

En 2005, Kodak aseguró que los beneficios de los productos digitales superarían a los de los carretes fotográficos en 2006. En el último trimestre, la división de carretes fue la única que obtuvo beneficios de explotación. Vender las 1.100 patentes relacionadas con las imágenes digitales podría venir bien. La compra de Motorola Mobility por Google y la puja salvaje por las patentes de Nortel a principios de año muestran el valor creciente de la propiedad intelectual. Los medios calculan que Kodak podría valer unos 3.000 millones, lo que le daría un importante balón de oxígeno. Pero parece optimista.

Hubo subastas frenéticas cuando los fabricantes de teléfonos inteligentes pagaban para mantener las patentes inalámbricas alejadas de los rivales. Las patentes de Kodak posiblemente no son tan apetecibles. Nortel las vendió a una media de 750.000 dólares cada una. Incluso a ese precio, las patentes de Kodak valdrían cerca de 825 millones. Además, algunos titulares de deuda están furiosos. Creen que la responsabilidad fiduciaria del consejo de administración ha pasado ahora a los bonistas por la precaria situación financiera de Kodak. Como las condiciones de las licencias pueden renegociarse en caso de quiebra, les convendría más esperar a una venta. La emisión de deuda con derecho de retención es una posibilidad, pero saldría caro. Y no haría más felices a los titulares subordinados que una venta de propiedad intelectual. Dado que la empresa lucha por generar efectivo, puede que una reestructuración sea lo mejor.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 6 de noviembre de 2011