De sobra sabemos que Rajoy, tras consultarlo con su primo, llegó a la conclusión de que el calentamiento global no existe y de que el ecologismo es un movimiento absurdo. Tampoco le debe parecer real lo que pasó en Fukushima ya que en su programa electoral promete un mix energético (término ambiguo como todo lo suyo) y se inclina por seguir manteniendo en funcionamiento las centrales nucleares. Rubalcaba, en cambio, propone una ley de energías renovables y la creación de un fondo estatal para impulsar la I+D+i en el sector, el diseño de un plan estratégico para la biomasa y el establecimiento de un canon sobre las tecnologías maduras ya amortizadas, como la hidroeléctrica, toda una apuesta por la creación de empleo y por un modelo productivo más moderno, competitivo y sostenible. Se trata de dos modelos radicalmente distintos. ¿Seguiremos diciendo que es lo mismo votar a unos que a otros? Creo que esto merece una reflexión.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 6 de noviembre de 2011