Con una defensa del trabajo de los gestores y los servicios públicos se presentó ayer el cabeza de lista del PSOE por A Coruña y ministro de Justicia, Francisco Caamaño, ante un centenar de estudiantes en la Facultade de Políticas de Santiago para explicar los diferentes modelos que, a su parecer, defienden el PP y los socialistas. Caamaño cargó contra el Gobierno de Alberto Núñez Feijóo, que "en su primer proyecto sanitario hace como si la salud fuera una autopista con la técnica del capital público-privado", y el de Esperanza Aguirre en Madrid como ejemplo de una política que pretende "debilitar los servicios públicos ante la sociedad, para demostrar que no funcionan y privatizarlos". "Es posible hacer otro discurso y a eso estamos los socialistas. A reforzar el discurso republicano, en el sentido de res publica", defendió.
El cabeza de lista explicó que, en el programa socialista, está prevista la creación de una oficina de lucha contra el fraude porque la sociedad "tiene que cumplir obligaciones, no estar orgullosa de evitarlas". Caamaño contrapuso el "despido más barato y la bajada de impuestos a las empresas" que propone el PP para crear empleo con "los impuestos a las grandes fortunas y a la actividad bancaria" del candidato socialista a la presidencia, Alfredo Pérez Rubalcaba. "Hay que cambiar el patrón de crecimiento. La cultura del ladrillo no va a volver", aseguró. El socialista apostó también por las listas abiertas al Congreso y prometió una oficina para mejorar la relación entre ciudadano y diputado.
Caamaño criticó también la actitud en campaña del PP que padece, dijo, "un trastorno bipolar". "Lleva ocho años crispando a la sociedad, en la organización territorial, el aborto, las políticas sociales, la paz, y ahora aparecen como madres teresitas, moderados, conciliadores y alguno hasta federalista", afirmó.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 8 de noviembre de 2011