El exedil del PP en Sanxenxo Joaquín Dominguez Bea, acusado de malversar 166.00 euros de la cofradía de Portonovo en su etapa de asesor y tesorero, se defendió ayer ante el tribunal popular que le juzga afirmando que fue víctima de una "encerrona política" urdida por el entonces patrón mayor y negó todos los cargos. El excontable, que se enfrenta a cuatro años de prisión, ocho de inhabilitación y la devolución del dinero del que supuestamente se apropió, dijo que todo fue un montaje de Gonzalo González Martínez, padre de la alcaldesa de Sanxenxo, Catalina Gonzalez Bea, prima del acusado. "Yo no me apropié de un solo euro", aseguró.
Domínguez declaró que en el origen de la denuncia del entonces patrón mayor están las malas relaciones entre la alcaldesa y él que surgieron en la etapa en la que ambos fueron concejales del gobierno del exregidor de Sanxenxo, Telmo Martín. Gonzalo González, que fue citado como testigo de cargo contra el acusado, se defendió y afirmó que cuando detectaron el agujero económico en la cofradía, hubo una reunión en la que el tesorero reconoció haberse quedado con el dinero que faltaba. El patrón aseguró que le propusieron al acusado que no le denunciarían en el juzgado si se comprometía a devolver el dinero que aparecía consignado como gastos que no se llegaron a realizar así como el importe de subvenciones oficiales que se retiraron de las cuentas bancarias de la cofradía. "Pero él se negó y presentamos la denuncia", dijo.
La demora en la celebración de este juicio, cuyas diligencias se remontan a 2006, se debió a la dificultad de reunir todas las pruebas que presentó el fiscal en su informe de acusación.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 9 de noviembre de 2011