Son de auténtico escándalo los gastos de las campañas electorales. Esa promoción personal, ese lucimiento tan caro es una afrenta para los millones de parados . Desplazamientos en jets que cuestan unos 10.000 euros la hora podrían suprimirse programando las visitas en forma coordinada. Pretenden hablar de austeridad mientras gastan en publicidad de forma exagerada. La austeridad sigue siendo para los de siempre.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 14 de noviembre de 2011