Hay que reconocer el talento para nadar y guardar la ropa, para contar historias y esconder su persona tras una cortina de humo del francés Chris Marker. Nacido en 1921 bajo el nombre de Christian François Bouche-Villeneuve, Marker, el cineasta, según Jordi Costa, lúcido analista de su trabajo: "No solo ha cruzado fronteras físicas en busca de inesperadas sincronías, sino que su trayectoria es un incesante cuestionamiento de las fronteras que separan ficción y no ficción, que marcan una línea divisoria entre los discursos del cine y del arte contemporáneo". De este brutal creador la Casa Encendida (Ronda de Valencia, 3) proyecta el miércoles a las 20.00 El último bolchevique. Curiosa. Gózenla.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 20 de noviembre de 2011