"No van a encontrar nada porque no hay nada que encontrar. Ya te dejarán tranquilo. Es solo tener paciencia, no queda otra. No hay nada que buscar ni que encontrar (...) Tú intenta relajarte. Tú no has hecho nada. Si hay que emprender acciones legales, ya se verá. No veas las noticias". Esas frases eran los consejos del acusado Javier Delgado a su hermano Miguel Carcaño durante las semanas posteriores al crimen de Marta del Castillo.
El tribunal que juzga el caso escuchó ayer una decena de conversaciones intervenidas entre ambos, pinchazos que traslucen el tono paternal de Delgado sobre el principal imputado. El hermano de Carcaño mantiene que esos días solo intentaba protegerle y que se sorprendió cuando confesó el crimen. "No te saltes ni un semáforo ni te quites el casco", le aconseja en otra conversación.
Mientras, el padre de Marta, Antonio del Castillo, afirmó ayer que existen unas imágenes que grabaron a Delgado la noche del crimen saliendo de su casa a las 21.15, pero la grabación no posee calidad, por eso la policía decidió no aportarla al juez.
Ayer una psicóloga detalló que la madre de Marta ha sufrido insomnio, trastornos alimentarios y depresión entre otras dolencias. Esta afectación emocional podría ser crónica en caso de que el cadáver de su hija no aparezca.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 24 de noviembre de 2011