Hay un dicho bursátil según el cual un inversor a largo plazo es aquel al que le ha salido mal una inversión a corto plazo. El Banco Santander ha declarado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) que tiene la intención de mantener "a largo plazo" sus participaciones en el capital de la eléctrica Iberdrola y la aseguradora italiana Generali, en las que acumula unas minusvalías latentes de unos 600 millones de euros.
A requerimiento del organismo supervisor, el Santander ha comunicado que cerró 2010 con unas minusvalías latentes de 299 millones en su participación del 1,5% en Iberdrola, adquirida por 672 millones. Dada la caída en Bolsa de la eléctrica en lo que va de año, esas minusvalías rondan ya los 375 millones. La participación se ha diluido y ahora es del orden del 1%.
El Santander decidió no contabilizar esas minusvalías en la cuenta de pérdidas y ganancias de 2010 alegando que la caída de cotización se debía a la crisis económica general, que la compañía presentaba una situación sólida, que continuaba con beneficios y dividendos similares a los de antes de comenzar la crisis y que los análisis del banco daban una valoración por partes de la eléctrica que permitían confiar en recuperar lo invertido.
El grupo presidido por Emilio Botín sí contabilizó la minusvalía en los fondos propios por importe de 209 millones, esto es, neto del impacto fiscal. Lo mismo hizo con la minusvalía de 209 millones en su inversión de 408 millones en Generali, que supuso un impacto de 139 millones en los fondos propios. Con la caída de Generali en Bolsa en lo que va de año, cabe calcular que la minusvalía acumulada ronda ya los 240 millones.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 24 de noviembre de 2011