Los precios de los servicios básicos como la luz o el gas están por las nubes. En 2011 el precio por kilovatio por hora es el doble del que era en 2004.
En invierno la factura mensual puede llegar a los 100 euros, lo que significa que para los mileuristas se nos va solo en electricidad el 10% del sueldo. El nuevo Gobierno debería acabar con esta espiral de subidas en algo tan esencial como la luz que utilizamos todos, porque eso es también política social. Dos palabras de las que algunos se llenaron mucho la boca durante siete años, pero que en realidad dejaron a la altura del betún.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 30 de noviembre de 2011