La sintonía entre PNV y PP es cada vez mayor en Bizkaia. Ya lo era en materia fiscal y económica -ambos coinciden en la necesidad de apoyar a los emprendedores, están en contra de subir impuestos a las rentas más altas y han cerrado su primer pacto presupuestario-, y desde ayer exhiben también su sintonía en defensa del entramado institucional vasco.
Los peneuvistas aprobaron en las Juntas Generales vizcaínas una proposición no de norma del Grupo Popular en defensa de las competencias forales. PSE y Bildu votaron en contra. El texto exige a los Gobiernos vasco y central y al conjunto de instituciones y partidos políticos "el máximo respeto a las funciones de las Diputaciones".
La alianza implica hacer causa común frente a dos de las cuestiones nucleares del Gobierno vasco: la reforma tributaria y la necesidad de poner fin a las duplicidades -el solapamiento de servicios entre los diferentes niveles de la Administración-, que, según un informe encargado por el Ejecutivo, cuesta a las arcas públicas unos 400 millones al año.
Esther Martínez, del PP, justificó la proposición por "la incuestionable utilidad y servicio" que las Diputaciones prestan a los vascos. Respecto a las duplicidades, la portavoz popular opinó que representan un problema que deberá abordarse. No obstante, rechazó que se empleen como "excusa" para plantear la ineficiencia del régimen foral.
El peneuvista Unai Rementeria acusó al lehendakari, Patxi López, de haber "puesto en entredicho" el entramado institucional. Iñaki Egaña, del PSE, defendió que "ya ha llegado la hora de ordenar tareas y decirlo". "Con el debate fiscal el lehendakari busca una mayor eficacia de los recursos", añadió. A juicio de Zuriñe Gaintza, de Bildu, "la derecha se alía para las que cosas sigan igual".
Todos los grupos aprobaron una proposición no de norma del PP para que las subvenciones de la Diputación sean más transparentes.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 30 de noviembre de 2011