La red social de Twitter era un hervidero el martes por la noche. A las siete de la tarde aparecieron ya los primeros mensajes que advertían del desalojo del edificio en el número 3 de la calle de Hostafrancs, en Barcelona. El inmueble está ocupado desde el 18 de noviembre. "Confirmado", decían los tuiteros. La voz corrió como la pólvora en Internet. A las cinco y media de la mañana, cuando los Mossos procedieron a sacar a los ocupantes, varias decenas de personas se apostaron frente el inmueble para evitarlo. ¿Cómo supieron de la acción policial, que, según contó el propio responsable del dispositivo, era secreta? La Mossos tampoco tienen respuesta.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 1 de diciembre de 2011