No hay día en el que no tengamos una noticia nueva sobre el saqueo de las cajas de ahorro en quiebra por parte de sus directivos; sobre la corrupción de los políticos; sobre el cobro desorbitado y oculto de dietas por los cargos públicos; y sobre indultos a banqueros a pesar del informe desfavorable del Tribunal Supremo.
España necesita el regreso de la decencia a la vida pública, pues parece que hace tiempo nos ha abandonado. No puede haber recuperación económica sin retorno de la decencia. No olvidemos que en los orígenes de la crisis económica están la avaricia desmesurada y los especuladores.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 1 de diciembre de 2011