La activista saharaui Aminetu Haidar recibió ayer el premio René Cassin de Derechos Humanos del Gobierno vasco de manos de su portavoz y consejera de Justicia, Idoia Mendia, en una ceremonia celebrada en Vitoria. Haidar tuvo durante su discurso palabras de agradecimientos hacia aquellas personas, "espíritus libres", les denominó, que han compartido y defendido la causa de su pueblo, lo que es en definitiva, la lucha de su vida. El galardón, inspirado en el impulsor de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, está dotado con 16.550 euros.
Haidar recordó que gracias a la "solidaridad" del pueblo de Euskadi con la causa saharaui "hemos superado muchas adversidades". La activista condenó, entre otras cosas, el secuestro de dos cooperantes españoles y una italiana en un campo de refugiados saharauis el pasado mes de octubre. Haidar subrayó la importancia de recibir un galardón bautizado con el nombre del Nobel de la Paz de 1968, René Cassin. "Impulsor de la era contemporánea, de su pacificación", destacó. De unos derechos, según explicó, a los que no puede acceder su pueblo. "[Los saharuis] se encuentran privados de derechos fundamentales, del derecho a la autodeterminación, por la acción violenta del invasor marroquí y de la complicidad internacional".
Haidar, encarcelada entre 1987 y 1991, sin que se conociera su paradero es quizás uno de los rostros más conocidos de la laucha del pueblo saharaui. La activista protagonizó una huelga de hambre en el aeropuerto de Lanzarote a finales de 2009 cuando las autoridades marroquíes le denegaron el acceso a El Aaiún. También ha sido candidata al premio Sajarov de Derechos Humanos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 1 de diciembre de 2011