Las terapias breves están de enhorabuena. Me imagino a los médicos de cabecera aplicando un psicoanálisis tradicional, con sofá y todo, en los 10 minutos que tienen asignados por paciente. Y esto es solo la primera fase de la propuesta de la Sanidad catalana, porque, posiblemente, y a medida que aumente la crisis, en una segunda fase, probablemente haya que reducir el minutaje y eliminar el sofá.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 2 de diciembre de 2011