La patronal de Valencia (CEV) se aprieta el cinturón. La crisis y la falta de previsiones que apunten a una mejora de la situación han llevado a la CEV a tomar medidas para ajustar su estructura a un escenario "de ingresos decrecientes". El comité ejecutivo y la junta directiva acordaron ayer despedir a ocho personas, lo que supone el 15% de la plantilla y el 13% de la masa salarial.
Los despedidos trabajaban hasta ahora en las oficinas comarcales que la organización empresarial tiene en Paterna, Museros, Sagunto y Alaquàs, todas a menos de 30 kilómetros de la sede principal, y que la CEV dejará inoperativas el año próximo. "Las empresas localizadas en estas comarcas recibirán los mismos servicios desde la sede central de la CEV", puntualizó la patronal.
Las medidas aprobadas ayer por la CEV no son las primeras. Durante este año la patronal no ha renovado los contratos temporales, lo que le permitirá arrancar el año próximo con una reducción del 18% de la masa salarial y del 10% en los gastos generales.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 3 de diciembre de 2011