El presidente del Gobierno in péctore se asomó ayer a España -en su primera comparecencia pública tras la noche electoral- desde Pontevedra, su ciudad de adopción. Flanqueado por el presidente de la Xunta y otros dirigentes del PP gallego, en la foto, Rajoy se dejó querer enfrascado aún en el mutismo. "Es una visita casi personal", dijo, y posó ante un mapa de España teñido de victorias en azul. No aceptó preguntas de los periodistas, pero explicó que "salir adelante no es cosa del Gobierno, sino de toda la nación".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 4 de diciembre de 2011