Como con todo, la preocupación por el medio ambiente ha sufrido la sombra de la crisis y el paro, que ha oscurecido todos aquellos temas que parece han dejado de importar a la sociedad. Aunque con la situación actual son menos, ¿qué ha sido de las pateras que se hunden en las orillas andaluzas? ¿Están aún en guerra en Irak? ¿La hambruna en el Cuerno de África existe? ¿Y las revueltas al norte del mismo continente? Suenan, pero poco. La recesión y la caída de los mercados están monopolizando la información y no solo eso, están monopolizando la agenda política, que olvida que existe aún una problemática social que, como no se intente solucionar, va a dar lugar a una recuperación económica que dé pena.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 7 de diciembre de 2011