El Banco Central Europeo (BCE) decidió ayer no salirse del guion ante la crisis de doble hélice (bancaria y fiscal) que tiene aterrorizada a la eurozona: bajó los tipos del 1,25% al 1%, mostró resistencia pasiva con los Estados y amplió su activismo decidido con los bancos. El BCE asegurará a la banca todo el dinero que necesite en préstamos a tres años con menos garantías. Mientras el BCE facilita liquidez, la Autoridad Bancaria Europea exige capital. Ayer publicó que las grandes entidades europeas deben recapitalizarse con 114.685 millones; 26.171 corresponden a Santander, BBVA, Popular, Bankia y La Caixa, en línea con lo previsto. Los bancos alemanes se llevaron la peor sorpresa, pues necesitarán 13.857 millones, más del doble de lo previsto. Frente al apoyo al sistema bancario, Mario Draghi, presidente del BCE, enfrió las expectativas de compra de deuda pública a gran escala, lo que fue mal recibido por los mercados.
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Páginas 23 a 25
Editorial en la página 28
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 9 de diciembre de 2011