El agujero patrimonial de Clesa, la empresa de productos lácteos perteneciente al conglomerado de Nueva Rumasa, asciende a 681 millones de euros, por lo que, según el informe de la administración concursal, está abocada a la liquidación dada la imposibilidad de llegar a un acuerdo con sus acreedores ordinarios.
El informe atribuye el desfase patrimonial a la adquisición de acciones de Parmalat España, cuyo coste (216 millones) fue asumido por la compañía y no por los accionistas. Además, la segregación de Cacaolat, que también pertenecía a Clesa, tuvo un efecto negativo porque se llevó las líneas de producto de mayor rentabilidad, mientras Clesa seguía siendo titular de la maquina que explotaba y de los pasivos que financiaron la adquisición de esta, según el informe. En el documento también se recoge que hubo ventas ficticias en los años 2007, 2008 y 2009.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 10 de diciembre de 2011