La transformación del edificio de la Casa Palacio de Atocha 34 para alojar la sede del Centro Ruso de Ciencia y Cultura, que inauguró el pasado día 5 de diciembre la reina Sofía, obligó a interrumpir el funcionamiento del restaurante Alboroque por la imposibilidad de compatibilizar dichas obras con el mantenimiento del servicio al cliente. Inicialmente estaba prevista su finalización para julio de este año, pero no han podido disponer del edificio y sus instalaciones hasta ahora.
No obstante, este periodo de espera ha permitido una reflexión pausada sobre el futuro del establecimiento, que sufre, como todos, las consecuencias de la crisis. Y, en este tiempo, como no podía ser de otra forma, han surgido cambios en la oferta al afrontar el reto de la reapertura. Han decidido apellidar Alboroque con el término "Tradición" para combinar y remarcar el doble objetivo de garantizar su continuidad, ofreciendo una calidad gastronómica a los clientes que la hagan reconocible por sus productos y suficientemente amable a sus bolsillos (hay pucheros de garbanzos con calamar de potera por 10 euros, sopas de pescado y marisco por 12 o arroces melosos con rape y almejas por 14).
Reabre pues Alboroque Tradición, tras cinco años esforzándose por mantener un proyecto gastronómico de calidad. Lo hace con un nuevo equipo al frente del cual esta el chef Antonio del Álamo Orejuela, apoyado en cocina por su hermano Jesús, ambos con amplia experiencia en los fogones y dispuestos a conquistar paladares.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 10 de diciembre de 2011