El modelo que se quiere seguir es el de Cajasur, que se colocó dos meses después de su intervención a la BBK. Ahora con Unnim (unión de las cajas de Sabadell, Terrassa y Manlleu), se quiere seguir este camino, aunque la entidad catalana tiene activos por 29.300 millones frente a los 19.000 millones de Cajasur. El Estado ha metido 948 millones y controla el 100% de las acciones.
En una semana estará listo el cuaderno de venta elaborado el banco de inversión Nomura. Este documento contiene un análisis financiero, con datos sobre el riesgo asumido, la gestión, etcétera.
Posteriormente se enviará la convocatoria de subasta y el cuaderno a una quincena de entidades. Las interesadas deberán realizar una oferta preliminar y no vinculante. Según el calendario previsto, esta fase debe cerrarse antes de finalizar enero. Posteriormente, el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) seleccionará las entidades que pueden continuar en la segunda ronda. Estas accederán a los ejecutivos de Unnim y a documentos internos para calcular la pérdida esperada sobre la cartera de créditos, así como a un informe de un auditor. El FROB concretará las normas de la venta.
Nomura entregará el cuaderno de venta en el plazo de una semana
Tras el análisis, se realizará la oferta formal y vinculante y se escogerá el ganador. El supervisor espera que para marzo haya concluido el proceso. A continuación, se empezará con el Banco de Valencia. Se da por seguro que el comprador de Unnim pedirá un esquema de protección de activos, es decir, que el Fondo de Garantía se quede con el 80% de los morosos que aparezcan tras la compra, en línea con la CAM.
Las últimas cuentas públicas de Unnim son de junio, cuando declaró beneficios de 25,4 millones tras un ingreso extraordinario de 34 millones. El FROB está recalculando las provisiones por lo que previsiblemente entrará en pérdidas en diciembre. La exposición inmobiliaria potencialmente problemática era de 3.226 millones hasta marzo, con una cobertura del 18%, con activos adjudicados de 1.985 millones.
Fuentes del mercado dicen que el agujero del ladrillo de Unnim no es el mayor problema "sino el escaso margen financiero" del negocio. Tiene 613 oficinas: 471, en la provincia de Barcelona (zona de origen); 33, en Girona; 28, en Lleida; 37, en Tarragona; 30, en Madrid; 10, en la Comunidad Valenciana; 3, en Zaragoza, y 1, en Sevilla.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 14 de diciembre de 2011