Tras el acuerdo del pacto presupuestario, que tuvo lugar en la cumbre europea del pasado viernes, se puede decir que la economía de la Unión Europea se encamina al estancamiento y, en el caso de España, a la recesión. Bajo el eufemismo del pacto del euro se institucionaliza el control de los presupuestos nacionales para imponer fuertes restricciones del gasto público.
Las consecuencias del pacto Merkozy serán la intensificación de los recortes, el debilitamiento del Estado de bienestar y el crecimiento del desempleo que, en nuestro país, puede acercarse al 25%. Nuevamente los Estados se someten a los mercados financieros, mejor dicho a los especuladores, en perjuicio de los ciudadanos.
Mientras tanto, el binomio PP-PSOE ampara y bendice los designios de la señora Merkel, preocupada porque su país cobre los créditos que tiene concedidos a los "malgastadores" países del sur. Que nos pillen confesados.
Roguemos que aparezca en la escena política europea un nuevo Roosevelt que, a semejanza del New Deal de los años treinta, consiga hacer entrar en razón a nuestros gobernantes para reactivar y no estancar la economía. ¿Cuánto puede aguantar el pueblo?
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 14 de diciembre de 2011