La Fiscalía Anticorrupción ha concluido que la familia Ruiz-Mateos captó un total de 385,3 millones de euros de 4.110 inversores por medio de la emisión de pagarés de 13 empresas del grupo Nueva Rumasa. Estos datos figuran en el último informe elaborado por dicha fiscalía.
Los fiscales consideran probado que los Ruiz-Mateos cometieron el delito de estafa contra los inversores del que están imputados, ya que destacan que ocho de las 13 sociedades emisoras "no han satisfecho nunca cantidad alguna a sus inversores, por lo que el 100% de sus pagarés han resultado fallidos".
Estas ocho sociedades aglutinan a 1.208 inversores, de los que 1.026 tienen pagarés del Grupo Dhul. Según fuentes jurídicas consultadas, la operativa seguida por los Ruiz-Mateos encaja en el delito de estafa, de acuerdo con la jurisprudencia acuñada por el Tribunal Supremo, puesto que en varias sentencias, el alto tribunal considera que la ausencia de un primer pago al inversor prueba el ánimo de estafa del imputado
Los Ruiz-Mateos atrajeron a 4.110 inversores, según Anticorrupción
Los fiscales fijan en 289,1 millones de euros el total que queda por abonar a los inversores, ya que antes de la quiebra Nueva Rumasa ya había pagado 96,2 millones de euros por devolución de principal e intereses, lo que supone algo menos del 25% de las obligaciones.
En el proceso están imputados José María Ruiz-Mateos, su mujer, Teresa Rivero, sus seis hijos varones, y su sobrino, Zoilo Pazos, por presunta estafa a los inversores. El juez investiga el destino del dinero depositado por los clientes en sociedades domiciliadas en Suiza y paraísos fiscales como Belice o las Antillas holandesas, entre otros.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 15 de diciembre de 2011