El abogado José María Calero compareció ayer ante la juez Mercedes Alaya para presentar las alegaciones a la pieza separada que la magistrada le abrió tras la declaración de uno de sus clientes, el intruso y exfutbolista José Antonio Gómez Romón, Pizo Gómez. El enfrentamiento entre el letrado y la instructora es notorio en el caso de los ERE, pero también en otro complejo sumario como el que investiga la gestión del Betis por Manuel Ruiz de Lopera, cliente de Calero.
El letrado no quiso aclarar ayer si presentó documentos que apoyen su defensa o se limitó a un alegato verbal. El incidente viene motivado porque la magistrada opina que Calero pudo incurrir en una falta disciplinaria durante el interrogatorio de Pizo Gómez el pasado 24 de noviembre. El letrado explicó que la juez preguntó al exfutbolista por sus cuentas corrientes. Ante la pregunta, Calero supuestamente recomendó a su cliente por gestos que no declarara, actitud que le reprobó Alaya. A continuación, el abogado abandonó la sala "pues considera que no está en condiciones de seguir asistiendo al cliente", según un auto de Alaya.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 16 de diciembre de 2011