El comienzo del pleno extraordinario convocado ayer por el Ayuntamiento de Bilbao de retrasó unos minutos por la polémica simbología que portaban los ediles de Bildu. Al ver que junto al micrófono de la edil Aitziber Ibaibarriaga había una botella de agua con una pegatina que reclamaba el acercamiento de los presos de ETA, la portavoz del PP, Cristina Ruiz, pidió la palabra y reclamó que se retirara por una "cuestión de orden".
El consejero delegado del Ayuntamiento, Andoni Aldekoa, pidió al secretario municipal que leyera el reglamento, que señala que durante los plenos los representantes de los partidos deben abstenerse de exhibir simbología de cualquier tipo con "intencionalidad política" que resulte ofensiva.
El teniente de alcalde, Ibon Areso, quien ayer ejercía el cargo de regidor en funciones, reclamó a los concejales de la coalición soberanista que retiraran la botella y pegatinas que rezabana Kontatu nirekin -Contad conmigo-, en apoyo a la manifestación convocada para el próximo 7 de enero en Bilbao en apoyo de los reclusos de la banda. Con la botella de agua querían mostrar su respaldo al ayuno rotatorio por los presos que secundaron ayer en distintos lugares de Euskadi cargos públicos de Bildu.
Los cuatro ediles acataron inmediatamente la indicación de Areso y el resto del pleno discurrió con normalidad. Aún así, Ruiz estimó que el asunto debería haberse despachado "más rápido" sin que hubiera lugar a la extensa explicación que ofreció Bildu.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 17 de diciembre de 2011