La empresa alavesa Áridos y Hormigones Campino SL, ha recurrido en reposición la fianza de 60.000 euros que le ha exigido la comunidad de La Rioja por hacer uso de un tramo de unos diez kilómetros de la carretera LR-316 entre las localidades de Labastida y Peñacerrada por Rivas de Tereso. La empresa alavesa denuncia que La Rioja no trata de la misma manera a las firmas radicadas en territorio alavés y a las de su propia comunidad, al señalizar la limitación de tonelaje de paso para los camiones que se incorporan desde Álava, por Labastida o Peñacerrada, pero no hacerlo para los camiones que se incorporan a esa vía a través de Rivas de Tereso y que suben el puerto en dirección a Vitoria.
El Gobierno de La Rioja aseguró ayer que la exigencia de fianzas "es un procedimiento administrativo absolutamente normal" para carreteras especiales. Según indicaron fuentes oficiales desde 2005 han sido exigidas 21 fianzas de ese tipo y de esa cuantía.
Solo a una empresa
Sin embargo, en el caso de la LR-316 "sólo se ha exigido una fianza", la que afecta a la firma radicada en Labastida, cuando esa carretera también es usada por otras firmas de hormigones de La Rioja. Precisamente el recurso de Hormigones Campino se centra en la diferencia de trato para unas y otras empresas. El recurso de reposición contra la cuantía impuesta incorpora un informe que aporta documentación "suficiente para demostrar que la señalización beneficia a una comunidad y perjudica a otra", cita la recurrente.
Un portavoz de La Rioja informó ayer de que la LR-316 dispone de tres señales de limitación de tonelaje. Una junto a Labastida en dirección a Rivas, otra en Rivas en dirección a Labastida y otra viniendo de Peñacerrada en dirección a Rivas.
El problema que denuncia Hormigones Campino es que los camiones que se incorporan a la LR-316 por Rivas en dirección al puerto de Peñacerrada, no tienen ninguna limitación de tonelaje y por lo tanto no tiene porqué solicitar ninguna licencia de uso excepcional de esa vía. En caso de recibir una denuncia, podría alegar que no hay señalización que le afecte, y la sanción quedaría inmediatamente sin efecto.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 20 de diciembre de 2011