Antonio Zoido, presidente del holding Bolsas y Mercados Españoles (BME), hizo de la prohibición de las ventas a corto su principal caballo de batalla durante el tradicional discurso navideño que dio ayer en Madrid. Zoido informó de que los volúmenes de negociación registrados en 2011 en la Bolsa española superarán los 900.000 millones de euros, con un descenso cercano al 10% sobre el año anterior. En su opinión, esta caída acusa, de modo singular, "los efectos derivados de las medidas tomadas por distintos supervisores europeos de prohibición transitoria de las ventas a corto sobre algunos valores cotizados".
El pasado 28 de septiembre la CNMV decidió extender sine die el veto a realizar apuestas bajistas sobre las entidades cotizadas del sector financiero, entre las que se incluye BME, hasta que las condiciones del mercado no mejoren. "La mayoría de los expertos estiman que la prohibición es de escasa efectividad. La medida ha supuesto que los valores afectados hayan perdido cerca de un 42% de su volumen de negociación", argumentó Zoido.
La reducción de las horquillas de compra y venta en los valores cotizados en la Bolsa Española permitió a los inversores un ahorro de más de 250 millones de euros en el primer semestre de 2011. "En el segundo semestre este ahorro se ha perdido parcialmente por el efecto que la prohibición de las ventas a corto ha tenido en las horquillas", dijo.
Zoido también se mostró crítico con la idea de fijar una tasa sobre las transacciones financieras. "Los estudios sugieren que no habría una disminución de la volatilidad y que su aplicación afectaría negativamente a los volúmenes y liquidez del mercado, además de incrementar el coste de capital", concluyó.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 21 de diciembre de 2011