La cerda Felixi tenía que acaparar ayer todas las miradas en la festividad de Santo Tomás en San Sebastián. Y así fue. Pero le salieron duros competidores. El animal, criado en un caserío de Leitza, y de unos 360 kilos, campaba a sus anchas en el corral instalado en la plaza de la Constitución. Mientras, durante la celebración de exhibiciones de animales Ven, un toro blanco, de 1.600 kilos lucía los credenciales de haber ganado varios concursos de belleza. La jornada, marcada por las lluvias intermitentes que no consiguieron desanimar a las ciento de personas que se pasearon por la Parte Vieja y centro de la ciudad, reunió en la capital guipuzcoana más de 200 puestos.
"Aquí estamos como enanas", comentaban Karmele y Koro, de 58 y 60 años, respectivamente. Animadas con vino y su correspondiente (en este caso) bocadillo de chistorra, recordaban cuando, de pequeñas, se vestían de "caseritas" para ir a Santo Tomás. "Es un día muy especial, junto al de San Sebastián. A mí, la verdad, la Semana Grande... pero hoy, nos gusta mucho culturalmente, la gente se viste, es un día muy euskaldun", señalaba Koro, mientras la fina lluvia obligaba a abrir los paraguas y dilucidaba con su amiga sobre la oportunidad de retomar en años próximos la tradición de convertirse en caseras por un día. "Bueno podríamos ser unas caseritas orondas", añadía.
"Es un día muy especial, muy euskaldun", decían unas asistentes
Por el contrario, Eli, de 50 años, acompañada por sus sobrinas Ane y Maddi, no dudaba. "Me imagino que irá con la edad. Pero yo ahora no cambio Santo Tomás por ningún otro día, hasta me cojo libre en el trabajo".
La fiesta en San Sebastián se concentró en la plaza de la Constitución y Gipuzkoa, donde se instalaron 55 puestos de chistorra y 15 de talos. Sin contar otras especialidades culinarias, tenderetes de artesanía y concursos casi de cualquier cosa. Entre ellos, el de una de las especialidades de la festividad, la chistorra, que contó con 22 participantes y que ganó Laket Artesanos de Arbizu.
"Santo Tomás es, sobre todo, juerga", aventuraban Eider y Julene, en la veintena y compañeras de clase en Pedagogía. Unos estudios que les han obligado a celebrar una de las festividades más significativas de Euskadi en San Sebastián desde hace un par de años, olvidándose por el momento de Bilbao. "Aquí es algo más cultural, se viste mucha más gente, es diferente", aseguraron.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 22 de diciembre de 2011