La verdad que como votante de izquierdas me entristece profundamente lo que está pasando en Extremadura, no ya porque gobierne el PP que también. Sino por el total divorcio que se ha vivido en los últimos años entre las izquierdas de nuestro país.
Fruto de una forma de entender la política dogmática por parte de los actuales dirigentes de IU Federal, basada en la marginación por un lado de las corrientes más moderadas de la coalición de izquierdas, y por otra de la elevación a dogma del ataque gratuito al PSOE (aun cuando ni siquiera gobierne), como está haciendo Cayo Lara estos días.
Por eso me gustaría que los dirigentes de IU se replantearan lo que están haciendo, puesto que a los que les hemos votado en más de una ocasión nos resulta del todo repugnante que aprobara los presupuestos de Juan Monago en Extremadura, a cambio de algo tan dudoso como es el compromiso verbal del presidente de la Junta de crear una renta de inserción social, siempre y cuando se le reconozca por parte del Gobierno central la deuda histórica.
Así que si luego el PSOE no les vota para que estén en la Mesa del Congreso, no se quejen de que les hayan excluido.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 23 de diciembre de 2011