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Unos Siniestro Total en estado puro celebran 30 años de vida

Estaban hechos los unos para los otros, pero han tardado años en encontrarse. Exactamente, 21, los que acaba de cumplir la sala La Iguana de Vigo que el martes acogió a unos ilustres hijos pródigos que, casualidades de la vida, nunca habían pisado su escenario. El emblemático club fue el lugar escogido por Siniestro Total para dar el primer concierto de una serie de actuaciones con las que los vigueses celebran el trigésimo aniversario de aquel recital fundacional en el Teatro Salesianos de Vigo. La siguiente, un espectáculo denominado Land of Opportunity, está fijada el 4 de enero en el Teatro Novacaixagalicia, en compañía del Taller Atlántico Contemporáneo, dirigida por Diego García Rodríguez.

Tal confluencia de estos dos pilares de la cultura pop viguesa no defraudó. El local, lleno de fans que agotaron las entradas y recitaron de memoria todo el repertorio de Julián Hernández y compañía, y el quinteto, descarado, sarcástico y desbordante de energía. Compenetrados unos y otros hasta en el estampado de las camisas que llevaban los músicos, unas llamaradas, a juego con la decoración de La Iguana, como apuntó el cantante, observado de cerca por su familia y por el escritor Manuel Romón, amigo del grupo desde los orígenes de la Movida.

"La nostalgia es un sentimiento reaccionario", declaró Hernández en alguna ocasión. Sin rastro de morriña y con ganas de juerga, agitaron clásicos como Bailaré sobre tu tumba, Miña terra galega y Alégrame el día, que dedicaron al sastre José Tomás. "Si el torero más famoso y el sastre más famoso coinciden en llamarse igual, es que este país no tiene remedio, es la primera señal del apocalipsis", vaticinó Hernández.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 29 de diciembre de 2011