La situación en Metro Bilbao es "igual o peor" que antes de la llegada de Txema Oleaga a la presidencia de la empresa el pasado viernes 23. Los sindicatos anunciaron el lunes que mantienen los paros para mañana, víspera de Reyes, y el jueves próximo (de 9.45 a 12.45 horas) y ayer, en una concentración de protesta frente a la sede del Gobierno vasco, calificaron de "venganza" la decisión del Consejo de Administración de congelar los sueldos de los 740 empleados del suburbano.
"Está claro que ha sido por los paros y las movilizaciones. Es significativo que se filtrara a prensa sin saber el comité de empresa absolutamente nada. Las casualidades no existen [...]
Entendemos que la congelación es algo que la empresa no tenía necesidad de hacer. Es muy grave", señaló Rafa Valencia, del sindicato ELA y presidente del comité de empresa. En su opinión, le toca a la dirección del suburbano dar pasos para solucionar el conflicto. "Ya hemos dicho lo que pensamos. Quien tiene que mover ficha es Oleaga", indicó.
Los representantes de los trabajadores solicitan una persona ajena a la empresa para negociar los cinco puntos en los que centran sus reclamaciones, mientras que Metro pretende que la solución se alcance de manera interna, sin recurrir a terceros. "Por un lado, se están dando buenas palabras, sobre todo a través de la prensa, pero no hay hechos", lamentó Valencia. La sensación de los sindicatos es que por parte de Metro se pretende "rebajar la tensión", pero no resolver los problemas. "Parece que no se dan cuenta de que quien está haciendo de mediador es Oleaga, parte interesada en el conflicto porque pertenece a Metro, es su presidente. Nosotros queremos una persona ajena a la empresa, pero se niegan y nos sabemos por qué", criticó.
Durante la concentración, los trabajadores desplegaron una pancarta con el lema En defensa de nuestros derechos y exhibieron unos pasquines en los que se podía leer Wanted gezurtiak ("Se buscan mentirosos") con las caras impresas de Oleaga, José Antonio López, gerente del suburbano, e Iñaki Prego, consejero delegado.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 4 de enero de 2012