Los socialistas acusaron ayer al presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, de liderar un Gobierno "intervenido y a la deriva". La portavoz adjunta del Grupo Socialista en las Cortes Carmen Ninet afirmó ayer que "Fabra lleva varios días desaparecido, no da la cara, miente, no tiene empuje y está acogotado".
Ninet explicó que, de manera similar a Mariano Rajoy, el presidente de la Generalitat ha optado por huir de la escena pública y enviar a cuatro consejeros a explicar las medidas de recorte que supondrán, según el Consell, una reducción del gasto de 1.057 millones de euros del presupuesto autonómico.
La portavoz socialista criticó que el decreto ley que sustanciará el tijeretazo no se haga público hasta hoy y advirtió: "No sería de extrañar que, en el texto que deben estar confeccionando en el Palau, haya alguna sorpresa de última hora, fruto de las ocurrencias de alguno de sus heredados consellers". Para Ninet, el propio Fabra debería defender la convalidación del decreto-ley ante las Cortes.
Generar confianza
En esta situación, el consejero de Economía, Enrique Verdeguer, defendió los recortes anunciados por el Consell el pasado jueves. "El objetivo que buscamos con estas medidas de ajuste es dotar de estabilidad y equilibrio presupuestario a la Generalitat con la finalidad de generar confianza y obtener recursos para hacer frente a nuestros compromisos", explicó Verdeguer.
"Se trata de iniciativas excepcionales y transitorias, en la mayoría de los casos, que no ha adoptado la Generalitat exclusivamente, si no que también las han puesto en marcha otras comunidades autónomas, Estados e incluso familias y empresas", se justificó el consejero. Verdeguer anunció que los ajustes se acompañarán en el próximo pleno del Consell con un decreto para impulsar la actividad emprendedora, un plan valenciano del emprendedor y un plan de empleo juvenil para eliminar trabas burocráticas y llegar a más gente.
La coordinadora de Esquerra Unida, Marga Sanz, aseguró ayer que los recortes anunciados supondrán la estocada del PP a la sanidad pública valenciana, tras años de despropósitos y despilfarro.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 8 de enero de 2012