Entre los empresarios valencianos cunde la sensación de que Bancaja ha salido perdiendo con la fusión con Caja Madrid. Y que la Comunidad Valenciana (sin Bancaja, sin la CAM) se ha quedado sin instrumentos financieros. Ayer el presidente de Bankia, Rodrigo Rato, vino a Valencia a tratar de conjurar esta percepción ante una buena representación de empresarios en un almuerzo-coloquio organizado por la Asociación para el Progreso de la Dirección, en el que insistió en la valencianidad de Bankia.
"Somos un banco valenciano", recalcó con insistencia. Se negó a aceptar que Bancaja haya salido perjudicada con la fusión y atribuyó esa posible sensación a que "2010 no es 2012". "Bankia es un banco valenciano, es uno de los primeros de España y hoy [por ayer] se va a unir otro valenciano más al consejo de administración", aseguró en referencia al empresario Francisco Pons, quien ayer fue nombrado vicepresidente ejecutivo de la entidad. "Somos un banco valenciano y lo vamos a seguir siendo", resaltó.
Y acentuó los vínculos: "Tenemos una muy constante y profunda relación con las Administraciones públicas valencianas, y también con el Gobierno autonómico".
Sin embargo, eludió responder sobre el futuro del Banco de Valencia, del que Bankia tiene el 27%. "Tendrán que preguntarlo a los responsables", se apartó. Y al ser preguntado por si el exvicepresidente de Bankia, José Luis Olivas, debería seguir como presidente de Bancaja, se puso totalmente de perfil: "No soy quién para responder a esa pregunta".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 10 de enero de 2012