Una dotación de la policía nacional acudió anoche a la asamblea socialista de Vigo que eligió a los delegados para el congreso provincial -75% afines a la dirección local y 25% críticos- que, a su vez, designará a los representantes en el congreso federal del que saldrá el nuevo líder del PSOE. La policía fue reclamada telefónicamente por una mujer que dijo ser víctima de agresión, lo que se interpretó como un caso de violencia machista. En realidad era una apoderada -militante histórica de 70 años de edad- que fue echada a empujones por un cargo del partido cuando trataba de ejercer su función en una de las mesas con urna.
La mayor parte de los votantes no participó en la asamblea, celebrada en un hotel local. El censo de la agrupación viguesa se cifra en unos 1.300 militantes. La votación de la gestión de la ejecutiva federal saliente fue respaldada por 381 votos, frente a 105 negativos y 25 abstenciones. En la elección de delegados se escrutaron 716 votos. Se presentaron dos candidaturas, la oficialista del alcalde, Abel Caballero (distanciado desde hace meses de la dirección de los socialistas gallegos), y la de los críticos, que abanderan el exalcalde Carlos Príncipe y Gonzalo Caballero. El sector enfrentado a la dirección local logró su objetivo de superar el 20% de los votos, el mínimo necesario para tener representación.
Militantes críticos denunciaron pucherazo por impedirse a los interventores un control efectivo de las votaciones. Antes de conocerse los resultados, Gonzalo Caballero, sobrino del alcalde, anunció que impugnará la asamblea por incumplir las normas internas.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 11 de enero de 2012