¿De qué sirve contar con una iglesia gótica en el pueblo? ¿Qué beneficios supone reformar un antiguo convento del barrio? Este tipo de preguntas son las que pretende responder Impactrimonio, una plataforma virtual que se desarrollará a lo largo del primer trimestre del año y que está financiada por la Unidad de Investigación sobre Economía de la Cultura y Turismo de la Universitat de València (Econcult) y el Ministerio de Cultura, en colaboración con Key Producting Konsulting (KPK) y otras 25 entidades privadas.
"A través de esta herramienta", explicó ayer Pau Rausell, director de Econcult, "queremos transmitir el mensaje de que se puede apostar por la cultura sin sacrificar la eficiencia y la rentabilidad". Los objetivos de la iniciativa, según Rausell, serán "mejorar la gestión" y "convertir el patrimonio cultural en una nueva fuente de información para investigadores y expertos". Con este nuevo sistema, además, "se ajustarán las políticas de patrimonio a las necesidades reales del sector". "El patrimonio es un negocio y no un gasto", apostilló Rausell.
"Impactrimonio ofrecerá un servicio accesible a las empresas públicas y privadas que deseen evaluar el impacto socioeconómico de festivales o museos", argumentó Francisco Marco, cofundador de KPK, que reconoció llevar más de dos años "soñando con acometer un proyecto con estas características".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 12 de enero de 2012