Un delegado de la CIG y otro de UGT iniciaron ayer un encierro en la Torre de Hércules para exigir que se clarifique el futuro de los empleados del histórico faro romano. La Torre se cerrará el próximo día 15 después del conflicto que mantiene el gobierno local coruñés con la empresa concesionaria de los servicios del faro, que denuncia impagos del Ayuntamiento. Los dos grupos de la oposición municipal, PSdeG y BNG, exigieron también al ejecutivo que encabeza Carlos Negreira (PP) que despeje el futuro de los trabajadores. El gobierno afirma que es un problema de una empresa privada.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 12 de enero de 2012