Es curioso. El Banco Central Europeo (BCE) no puede prestar directamente a los países de la zona euro porque existe riesgo moral de que se lo gasten sin control. Sin embargo, sí les puede prestar a los bancos porque, por lo visto, ellos no tienen riesgo moral. Ellos no hacen operaciones especulativas ruinosas ni sus directivos se reparten sueldos y comisiones fastuosas. Gestionan tan bien el dinero que han prestado cantidades fabulosas a empresas constructoras y a incautos que se endeudaban por encima de sus posibilidades para comprarse un piso que no se podían permitir.
Menos lobos; no se lo cree nadie.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 12 de enero de 2012