La Ertzaintza retiró ayer fotografías de etarras de una herriko taberna de Bilbao. Según confirmaron a Servimedia fuentes de la Policía vasca, se trató de cuatro carteles con fotos de presos etarras que estaban en el interior de este establecimiento, habitualmente frecuentado por jóvenes relacionados con la izquierda abertzale, y que está situado en la calle Zamakola de la capital vizcaína.
A este respecto, la web bilbokobranka.info informó de que, además de retirar los carteles, los ertzainas denunciaron por enaltecimiento del terrorismo a un empleado del bar que se encontraba en ese momento en el local. Esta web añadió que, según informaron testigos presenciales, hacia las 12.30 horas de ayer, una furgoneta de antidisturbios y tres agentes de paisano irrumpieron en la herriko taberna de Abusu, denominada Meatza Kultur Elkartea. Esta página digital sostiene, además, que desde 2009 la Ertzaintza ha realizado numerosas denuncias contra dueños y trabajadores de bares y herriko tabernas que mostraban fotos de miembros de la banda etarra.
Detención
Por otra parte, la izquierda abertzale ha denunciado la detención del integrante de Ekin Unai Hernández Sistiaga, por parte la Policía Nacional, y ha pedido el "cese definitivo" de la "represión" porque "el nuevo escenario abierto en Euskal Herria requiere de voluntad y actitud constructiva".
En un comunicado de solidaridad con Hernández Sistiaga, que deberá cumplir una condena de siete años de cárcel por un delito de integración en ETA, la izquierda abertzale ha advertido de que "el nuevo escenario abierto en Euskal Herria requiere de voluntad y actitud constructiva, así como la superación de las situaciones de excepción, cesando definitivamente la represión y toda persecución judicial y policial".
En su opinión, "para avanzar en el proceso de normalización política y democrática", es necesaria "la desaparición de absolutamente todas las violencias".
[Ayer comenzó en una juzgado de Bilbao la vista contra las personas que se encontraban en el interior del gaztetxe Kukutza, en el barrio Irala de Bilbao, demolido por orden del Ayuntamiento de esta capital dentro de una abierta polémica que se trasladó a la calle. Los comparecientes están acusados de provocar daños en el edificio.]
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 12 de enero de 2012