Un conductor fue detenido ayer, en Bilbao, al colisionar contra otro vehículo tras circular temerariamente por la Gran Vía, triplicando la velocidad máxima y saltándose hasta siete semáforos en rojo. Ante los síntomas de encontrarse bajo el efecto de sustancias psicotrópicas el arrestado fue sometido a una prueba de drogas. El detenido respondía a las iniciales de L.M.G., de 33 años.
Una patrulla de la Policía Municipal observó a las ocho y media de la mañana cómo un vehículo circulaba por la Gran Vía a gran velocidad, triplicando posiblemente el limite establecido de 30 kilómetros por hora, haciéndolo además por un tramo solo permitido al transporte público. Después de que se saltara un semáforo en la confluencia de la calle Astarloa tras darle el alto con las señales luminosas y acústicas, el conductor hizo caso omiso, rebasando hasta seis semáforos en rojo con el consiguiente peligro para el resto de conductores y peatones, teniendo algunos que apartarse para evitar ser atropellados.
A la altura del número 58 de la Gran Vía, el conductor perdió el control del vehículo, colisionando contra otro ocupado por dos personas. El copiloto resultó herido, con dolor en el cuello, siendo asistido en el lugar por una ambulancia.
Al ir a detener al conductor éste no colaboró, por lo que los agentes han tenido que cortarle el cinturón de seguridad ante su negativa a abandonar el turismo. El hombre llevaba una capucha puesta y unas gafas de sol cuando todavía no había amanecido, mostrándose "como aletargado", circunstancia tan anómala que obligó a los policías a efectuar el análisis de drogas.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 12 de enero de 2012