Al final, la diferencia entre el mensaje de Alfredo Pérez Rubalcaba y Carme Chacón será de matices, si quienes les tienen que juzgar se quedan con la literalidad de sus propuestas. Pero el mensaje a los militantes, que saben muy bien leer entre líneas, tiene más carga de profundidad de lo que parece. Rubalcaba va a apostar por representar "fortaleza y seguridad", frente a su adversaria, que ofrecerá "tiempo nuevo y apertura". Así lo reconocen interlocutores de sus respectivos equipos, que han puesto la máquina a pleno funcionar para llegar a todas las federaciones socialistas.
Aunque Rubalcaba y Chacón mantendrán una actividad incesante hasta el congreso de febrero, solo representan la punta del iceberg de sus respectivas campañas. Ambos tienen tras de sí equipos con terminales en todas las federaciones socialistas que trabajan para ganar el apoyo del mayor número de delegados posible. A estos les corresponde ensalzar las ventajas de cada uno de sus patrocinados. Unos y otros escudriñan sus respectivos mensajes y no dudan en descalificarlos. Rubalcaba dijo ayer en voz muy alta en Almería, y hoy lo repetirá en el País Vasco y Navarra, que los ciudadanos quieren ver al PSOE fuerte para defender sus intereses frente al Gobierno del PP. "Si los ciudadanos no nos ven donde quieren vernos, caeremos en la irrelevancia", afirmó. Detrás de esta frase hay todo un planteamiento político. Rubalcaba se presenta ante los militantes como el candidato "solvente" capaz de que el PSOE sea "útil" para la sociedad, porque ante todo y sobre todo el PSOE es "un partido de gobierno" que tiene que volver al poder lo antes posible. Este es el razonamiento que esgrimen interlocutores de su equipo para alejarlo del proyecto que representa Chacón. "El PSOE no es un movimiento social, es una organización muy parecida al Partido Socialdemócrata alemán o al sueco", añaden estos interlocutores.
Los dos candidatos coinciden en sus elogios a González y Zapatero
Esta referencia a negar al partido la condición de "movimiento" se dirige a su adversaria, que no duda en invocar en su discurso al Movimiento 15-M. Lo cierto es que Chacón lo menciona para decir que los planteamientos de esa oleada de indignación debía de haber sido canalizada por el PSOE, ya que es su obligación representar y entender esas demandas.
La exministra de Defensa y su equipo no dudan en presentarse como representantes "de un tiempo nuevo", del cambio, y de los abanderados contra el inmovilismo. "¿Cómo vamos a ofrecer seguridad y fortaleza si nos hemos quedado en 110 diputados y hemos casi desaparecido de todos los Gobiernos autónomos y locales?". Esta pregunta la lanza en el aire un miembro del equipo de Chacón, pero en realidad se dirige de lleno a la estrategia y mensaje central de Rubalcaba.
Frente a la reivindicación de un PSOE como el que fue, una máquina fuerte y útil, Chacón lanza a los cuatro vientos un proyecto de partido "con puertas y ventanas abiertas", mucho más participativo, dejando atrás la historia, aunque se apele a ella con orgullo. Eso hicieron ayer tanto Chacón como Rubalcaba al defender los Gobiernos de Felipe González y José Luis Rodríguez Zapatero. También coincidieron ayer los candidatos en defender la creación, cuanto antes, de una agencia de calificación europea
Mientras ambos se dirigían a los militantes, la máquina organizativa estaba a pleno rendimiento con la celebración de asambleas para elegir a los delegados que acudirán al 38º congreso del partido. Chacón llegó a Las Palmas cuando sus partidarios, encabezados por Juan Fernando López Aguilar, luchaban contra las listas de los partidarios de Rubalcaba. Con poco margen, pero ganaron los de López Aguilar.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 15 de enero de 2012